29 de junio de 2015

"Gotham te necesita", de Airbag

Gotham te necesita (Sony Music / Legacy, 2015)
Airbag

Prueba de que saben lo que hacen (o eso imaginamos), Adolfo, Pepe y José Andrés o, lo que es lo mismo, Airbag, titulaban a su anterior disco hasta la fecha con la mejor definición posible de su música. ¡Manual de montaña rusa! Cómo si eso hiciese falta, cómo si una vez arriba sirviese de algo cualquier conocimiento ante algo que se te va a ir de las manos en segundos, o como si en las partes más tranquilas diese tiempo a algo más que a conseguir parar un inevitable ataque de risa. Hablamos de canciones en las que sensaciones de lo más primarias se enfrentan a un cada vez más pulido sentido estético y sonoro. El punk y el pop en peculiar comunión gracias a un grupo de amigos de toda la vida que, casi dos décadas después, simplemente siguen siendo ellos mismos, levantando una montaña rusa de última generación -inspirada en algún villano de Batman- que no encontrarás en cualquier feria.

Con este tipo de teorias tratamos de demostrar el punto diferenciador que marca una banda como Airbag del resto. Y el simple hecho de darle vueltas al asunto es la mejor de las señales. A finales del mes de abril salía a la venta Gotham te necesita, sexto disco de estudio más allá de singles o recopilatorios con el que el grupo no ofrece síntoma alguno de relajación. Porque aunque la fórmula parezca sencilla, con Ramones o Nikis como referentes eternos y obvios, y en consecuencia la posibilidad de estancarse sea latente, Airbag han sabido evolucionar disco a disco sin dejar de divertirse (ni de divertirnos). Después de un disco debut tan arrollador y descarado como Mondo Cretino (Wild Punk, 2000), la banda pareció encontrar su lugar con entregas igual de notables, acariciando una evolución melódica con Alto Disco (Wild Punk, 2008) y abrazándola en, precisamente, Manual de Montaña Rusa (Wild Punk, 2011), que muchos seguidores tacharon en su momento de demasiado blando. Llegados a 2015 pasado y presente parecen confluir a a perfección. Airbag vuelven a pisar el acelerador pero lo hacen sin ninguna necesidad de negar su amor al power pop. Melodías, estribillos y coros cada vez más logrados tienen nuevas cimas en canciones como La bomba de neutrones o Marcas en la hierba

El comienzo es fulgurante, con una breve pero muy contundente Hijos de Hawaii y un single, Ladrones de cuerpos, en el que Adolfo sorprende con su voz hasta volver a engancharnos. El disco atraviesa varias fases interesantes, de la muy weezer y distorsionada Todo está bien a la perfecta cadencia pop de Gran Caimán, minímos descansos para afrontar la traca que supone el final de la cara B con Un año después, Gotham y Matar a Bill. Es obvio que la ciencia ficción, la cultura pop y las dramas amorosos siguen acaparando la temática de un álbum que, sin cambiar nada, parece cambiarlo todo. Airbag sube con este nuevo lanzamiento varios escalones. Uno evidente desde el punto de vista artístico y otro estructural al fichar por Sony Music. Siguen sin ser parte de ninguna escena o moda en concreto debido a la rigidez de ciertos sectores pero son ya sin duda parte fundamental de la vida de muchas personas.

Texto de Bruno Corrales

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