"Santa Cecilia y el Diablo", de Alfa

Santa Cecilia y el Diablo (MPM, 2015)
Alfa

En las carreteras secundarias suceden este tipo de cosas, con más razón teniendo en cuenta tus rotundos valores anti GPS. Desvíos sin señalizar en los que te dejas llevar por la intuición, una corazonada... Éxitos, idas, venidas y también regresos al punto de partida. Pero siempre avanzar. Fiel a su estilo, Alfa pone la segunda piedra de la trilogía iniciada con un destierro imaginario para encomendarse a la patrona de la música. Y es que a muy pocas otras cosas rinde cuentas este rockero de origen astur, quien poco acostumbrado a mirar atrás sí se permite regresar a lo esencial cuando es necesario, o cuando simplemente sucede. Rodeado de socios habituales en Buenas Noches Rose y en Le Punk, y aunque de un tiempo a esta parte había decidido poner tierra de por medio, Alfredo confirma el reencuentro musical con Pablo Galiano, magnífico aliado a las voces, así como con Dani Patillas, Joe Eceiza o, lo que es lo mismo, con The Bang, la correspondencia al directo de su actual repertorio.

En lo que se refiere al nacimiento de las canciones de este Santa Cecilia y el Diablo, su nuevo EP, es imprescindible subrayar la figura de Miguel Herrero, quien además de productor y técnico desde los estudios ACME de Miranda (Avilés) ejerce de multiinstrumentista por y para sus canciones. Unas canciones con alma que se se refugian en el blues en busca de crudeza, pero que nos llegan más ricas en matices respecto a anteriores entregas aupadas por el protagonismo de teclados y vientos. La libertad y una pronunciada alergia a la obviedad se reflejan en textos como el que nos pone en la piel de Mimí, mujer o ideal femenino en consonancia con las custodiadas rosas de la portada obra de Raquel G. Ibáñez. Imágenes frecuentes en su trayectoria que ahora recupera, con un discurso superior, en su nuevo "más díficil todavía".

El hábito de publicar EPs en cortos períodos de tiempo obliga a Alfa a un estado de alerta permanente, y aunque quizá no sea todavía momento para las conclusiones los cimientos de su carrera en solitario son cada vez más fuertes. La carrera de fondo gana lustre con canciones como Carnaval y Ramadán, atrevido y deslenguado retrato de barrio; y con ejercicios de estilo como Canción de amor propio. Esta vez hay incluso espacio para las versiones y la nostalgia, cogiendo prestado a Barón Rojo su Concierto para ellos. Cuatro nuevas canciones que recuperan al Alfa más eléctrico en el punto más interesante de su carrera.

Santa Cecilia y el Diablo está disponible en Spotify.

Texto de Bruno Corrales