Tigres Leones + Telephones Rouges en Siroco (11.01.13)
Y que todos los conciertos escuezan así. De eso que te estremeces.
El viernes pasado, 11 de enero, La Fonoteca inauguró en la sala Siroco su nueva etapa de conciertos de este año que acaba de empezar.
Los gallegos Telephones Rouges nos trajeron su irreverencia hecha ruido. Empezaron con 3. Y es que venían con su disco Disenso (2012, Matapadre/Mamavynila) debajo del brazo, y con ello, todos los temas que se sumergen en un exquisito baño de salvajismo musical, dentro de la normalidad de sus artífices. Ellos, son lo que ves. Cuatro chavales, que hacen lo que les sale de los mismísimos ahí arriba, mientras tú te enamoras cada minuto que pasa un poquito más, tanto de las letras, delirantes, como de su forma de tocar. Abanderados del galician bizarre, compañeros de batalla de los Triángulo de Amor Bizarro, los Srasrsra, o Novedades Carminha, los teléfonos rojos nos llevaron directamente al Kremlin, cambiaron continuamente de instrumentos entre ellos, se movían, llenaron el escenario, y exprimieron sin dudarlo este último disco que ha visto la luz hace muy poquito. Sin más, nos dejaron, pero eso sí, después de una dosis muy disfrutable de noise sin fin.
Javi (Tigres Leones) |
Los Tigres Leones traían su disco Mucho Spirito (2012, Sonido Muchacho) debajo de una tortuga. Personalmente, fui al concierto con los EPs anteriores en el top list de mi mente. Flipaba (y lo sigo haciendo) con temas como Postre o Termitas. Sin embargo, desgajando lo último de su temporada de invierno, y con las ganas que le ponen al directo, raro era que no me ganaran. Lo hicieron, y por la puerta grande. Varias cosas merecen especial mención. Primero, Rosa, batería. Tengo especial debilidad por las chicas que tocan la batería, y ella me tocó la fibra. Segundo, bajista. No era Pablo, si no que en esta ocasión le sustituyó Miguel, miembro de Alborotador Gomasio, Los Ingenieros Alemanes, Puzzles y Dragones. Y de hecho, el principio del bis que hicieron fue con Texas, momento íntimo y precioso de la noche, dedicada a Pablo, con ese “Texas es un desierto infinito cuando no estás”. El resto del repertorio de canciones se nos hizo demasiado corto, aunque con muchas apariciones. Javier, de Aldea, se encargó de brillar con la trompeta en la increíble y pegadiza Canadá, y en otros temas de la noche, contaron a su vez con la colaboración de Adolfo Valor con la armónica, y de Lolo, de Hazte Lapón. Otro de los momentos geniales fue cuando empezaron a sonar las primeras notas de Anna Casteller , pero sobre todo de ese Baila, publicado en aquel single vinilo de dos caras, editado hace ya un año (quién lo diría).
“Voy a comprarte un vestido de flores y casarme contigo en Galicia.” Y es que eso te lo cantan los Tigres Leones, y sonríes, y dices por favor, perdón y gracias. Increíbles.
Texto y fotografía de Paula Fernández
Lo de los directos de Tigres Leones no tiene nombre: hay que vivirlos. Muchas veces!!
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