Por lo visto, siempre hay un lado positivo. De la triste desaparición de una banda como The Sunday Drivers el pasado año surgirían hasta tres nuevos proyectos durante este 2011. Por un lado, la carrera en solitario de su cantante, Jero Romero, caracterizada por su paso al castellano. Por otro, No Band for Lluvia, la banda compuesta por el guitarrista galés Lyndon Parish junto a la actriz y cantante Lluvia Rojo. Y por último, Mucho, la banda formada por los ex Sunday Drivers Fausto Pérez, Miguel de Lucas y Carlos Pinto que, liderada por Martí Perarnau, veía publicado en la primavera de este año su homónimo debut. Tenemos la oportunidad de hablar con el propio Martí Perarnau sobre estos primeros meses de vida de la banda y sobre sus próximos pasos. Esto es lo que nos cuenta.
Con la presentación de vuestro primer álbum bastante avanzada, pasada incluso la temporada de festivales. ¿Qué balance hacéis? ¿estáis contentos con todo lo que ha pasado?
En realidad es un poco pronto porque este es el primer paso. Estos bolos que estamos haciendo ahora son el primer paso de la gira buena. Por el momento la valoración está siendo de la hostia, nos ponemos a tocar y está yendo muy bien. En muchas ciudades de repente te encuentras con que vienen 30 personas, pero en realidad tenemos que tomárnoslo como que somos un grupo nuevo y todo lo que hemos hecho como músicos en el pasado no sirve para nada. Sirve a lo mejor para saber tocar pero no para llegar al público directamente. Lo que estamos haciendo es como con todos los grupos con los que he empezado en mi vida, tocar a tope, comer barro del rock empezando desde cero. Hay conciertos que cuesta un poco que venga la gente y luego hay otros que sin saber por qué se llenan. El otro día en Bilbao fue como... de puta madre, está el garito petado. Los festivales estuvieron muy bien. También hemos tenido alguna vez eso de tocar a las cinco de la tarde, que también viene poca gente, pero la respuesta está siendo de la hostia. La única manera de funcionar en esto de la música es hacer mogollón de bolos y tocar como si no hubiera mañana. Ese es el plan.
Llegaste a formar parte de The Sunday Drivers en su última etapa. Allí supongo que conociste a Fausto, a Miguel y a Carlos, el resto de los integrantes de Mucho. ¿Cómo surgió la idea de formar esta banda?
Yo hice algunos bolos de la gira Tiny Telephone. Lo que pasa es que eran solo sustituciones del teclista, que era Charlie Bautista. Luego ya la última gira la hice yo, pero cuando entré tenían claro que era la última. Surgió de la naturalidad, no había ningun plan. Simplemente nos hicimos muy amigos. En las pruebas de sonido tocábamos juntos versiones y un día éstos me dijeron “oye, a mí me apetece seguir metido en la música, me apetece seguir tocando. No quiero que porque se acaben los Sunday se me acabe todo”. Con todos los grupos que he montado ha sido igual. Hay un buen rollo y dices “¿y por qué no nos vamos al local y vemos qué pasa?”. Y si lo que pasa mola pues dices: “montamos un grupo”, y ya está.
Ellos, de tocar de forma permanente en The Sunday Drivers, estarían muy compenetrados, se entenderían muy bien. ¿Fue buena la mezcla?
Sí. Sobre todo Miguel y Carlos, el batería y el bajista, que son primos. Esos es que van como un reloj. Tienen esa compenetración, con Fausto también, pero en realidad lo que están haciendo ahora es muy diferente a lo que hacían antes como músicos. Ellos siempre dicen: “no, nosotros no sabemos hacer otra cosa”, pero en realidad sí que saben, lo que pasa es que son muy humildes y no lo dicen. Yo creo que para ellos como músicos también es un reto. Con los Sunday también estaban ya muy anclados en un estilo del que no podían salir. Llevaban cuatro discos haciendo esa música y al final haces siempre lo mismo. Para ellos es un reto musical el decir “ahora tengo la libertad de poder hacer lo que yo quiera con mi instrumento”, es más divertido.
En mi opinión, creo que habéis conseguido un sonido bastante particular, lo que resulta complicado. ¿Reconoces alguna influencia que os haya llevado a ello?
Sí, si, mogollón de influencias, lo que pasa es que nuestro objetivo primordial es lo que tú dices, tener un sonido propio, único y que sea intransferible. Todavía creo que estamos en el camino y que con el segundo disco será así. No sé, el objetivo musical es tener mucha personalidad y que sea único. ¿Influencias? Raconteurs, Black Keys, Mercromina, Standstill, Sidonie, Feist... A mí me flipa la música y al final todo lo que escuchas lo metes en tus canciones, para bien o para mal. Lo único que queremos es que la musica que hacemos nosotros sea única y para hacer eso, si es en tu idioma es más fácil.
De eso te quería hablar. Uno de los cambios más evidentes es el cambio de idioma.
Es que eso es fundamental. Si tú cantas en tu idioma hay como un cambio en el chip y tú mismo notas que es algo más único. Antes, cuando cantas en inglés, siempre estás haciendo un poco de género. Al final estás intentando imitar a algún cantante que a ti te mola. Eso lo hablaba el otro día con Marc de Sidonie y es que es verdad. Cuando tú cantas en inglés intentas imitar a Robert Plant, quieres ser otro tío que no eres. Cuando cantas en tu idioma no te queda otra que ser tú mismo. No hay nadie que haya cantado esa canción antes. Yo en mi vida nunca he querido imitar a ningún cantante de ningún grupo español. Me gusta la música que hacen pero no quiero ser ellos. Cuando cantaba en inglés yo quería ser Damon Albarn, quería parecerme en el sonido a esa gente y ahora lo que quiero es ser yo mismo y que no me cuenten. Intentar tener personalidad.
Vuestras letras no son complicadas en sí mismas pero si tienen quizá un sentido bastante enigmático, críptico. ¿Ha sido algo pretendido?
Es que a mí también me aburren un poco las letras fáciles en la música, me parece que no hay nada más coñazo. A mí me gustan las letras de R.E.M., las letras que tengan algo de magia, algo de misterio. Nuestras canciones no son autobiográficas, simplemente hablan de situaciones de la vida en las que te encuentras. Yo lo que hago es escribir mogollón de texto sobre un tema concreto y luego ir eligiendo las frases que son más misteriosas o más musicales para la canción. El otro día en una entrevista en la radio me preguntaban: '¿de qué va La casa en pie?'. Pues, si tú te pones en medio de una fiesta como un mero observador realmente todas las frases de la letra te cuadran y te estás dando cuenta de que estás en un fiestón en casa de tu amigo el pijo. Por ejemplo. Luego te dice la gente: “ya, pero es que yo no entiendo de qué van”. Bueno, pero la gracia es que si tú escuchas esa letra te puedes imaginar el significado que tiene, puedes hacerte tu propia interpretación. Eso es lo que me gusta. Una letra de R.E.M. no sabes de qué va pero lo guay es que puedes hacerte tu intepretación personal y llevártelo a tu vida. Es la primera vez que hago letras en castellano, es un territorio nuevo pero me mola, la verdad. A mí no me gustan las cosas masticadas. El oyente creo que tiene que poner de su parte. Con Wilco, con Radiohead, con todos los grupos que me han flipado en algún momento de mi vida he tenido que hacer yo un esfuerzo como oyente para saber qué quiere decir ese tío con la letra. Y si escuchas a Pereza no te pasa eso, simplemente te lo dan masticadito y fácil. A mí lo que me gusta es que haya misterio y magia.
Miguel de Lucas (Mucho) |
Tanto la elaboración como la edición del disco fue anterior a movimiento del 15 de mayo, pero canciones como Somos más parecen guardar algo del espíritu de todo lo que ha pasado.
Si, yo qué sé. Es que yo soy un poco combativo también. No te voy a decir que son letras políticas pero lo de 15M también ha sido una cristalización de lo que venía pasando ya desde hace bastante tiempo, y tú te vas dando cuenta. Desde la guerra de Irak, desde Aznar y Bush y todo aquello ya es como que a la sociedad nos van minando cada día que pasa más con mierdas. Simplemente eres un tío que vives en una ciudad y que ves lo que está pasando día a día. A mí ya me pasó con el disco anterior de Underwater Tea Party, que se llamaba What crisis? This crisis. Lo pusimos antes de que llegara la crisis económica y nos preguntaban siempre si lo habíamos puesto por la crisis. Pero no, son cosas que simplemente tú estás viendo en el día a día, y que te afectan. Al final salen en tus letras pero sin que sea una cosa premeditada. Simplemente salen porque si están todo el día pinchándote al final tiene que salir esa rabia por algún lado.
Tú personalmente has colaborado con los propios The Sunday Drivers, con M-Clan o con Layabouts, y has liderado bandas como Underwater Tea Party. Una trayectoria muy inquieta. En estos momentos, ¿tienes en mente algún proyecto paralelo o estás centrado en Mucho?
No, ahora estoy solo con Mucho. Estuve tocando con mucha gente y también al principio tenía Underwater Tea Party o Layabouts, que eran mis grupos. Con los Layabouts no nos entendimos musicalmente. Son mis amigos pero ya no hay onda musical. Y con Underwater se terminó porque yo quería dar un paso adelante y tener un grupo con el que poder dedicarnos a la música al 100%. He estado tocando con otra gente, y es muy guay porque de repente ves que tienes un sueldo por tocar con M-Clan y que hay mogollón de peña, pero yo lo que quiero es conseguir eso con mis canciones. Es un camino duro y arduo pero por lo menos es gratificante. Sientes que estás haciendo algo de verdad. Hay que concentrarse al 100% en tu grupo, y si tienes todas las energías puestas en eso y solo haces canciones para él al final el resultado siempre es mejor. Lo de tener cuatro grupos es algo muy español. La gente que tiene dos grupos en Estados Unidos focaliza mucho sus energías. Dice “este año es para este grupo y el año siguiente es para el otro”, aquí en España no. Aquí es tener tres grupos y todos a la vez. ¿Cómo haces tus canciones? Para componer tus canciones o lo das todo o al final pues te salen canciones de mierda. La cuestión es eso, dedicarse al 100% a algo.
Antes me decías que el formar Mucho ha sido como tener que empezar de nuevo, pero ya teníais seguidores tanto en The Sunday Drivers como en Underwater Tea Party. Cuando empezastéis con esta nueva banda, ¿distéis por hecho que los ibais a perder?
Sí, un poco dimos por hecho que los íbamos a perder. Bueno, en realidad seguidores en Underwater no sé si teníamos. Alguien habría, pero no nos conocía mucha gente. Y a los seguidores de los Sunday yo creo que no les gusta mucho porque es bastante diferente. Al seguidor clásico de los Sunday de toda la vida lo que le mola es la voz de Jero y creo que va a conectar más con su disco en solitario que con nosotros, donde de repente canta un tío que no conoce. Yo creo que simplemente nosotros somos los que tocábamos en The Sunday Drivers, pero no queremos sonar como The Sunday Drivers. Y Dios nos libre, porque para hacer un rollo continuista y decir “quiero ser los The Sunday Drivers 2.0.”... En todo caso será Jero, me imagino, el que coja ese público y se lo lleve para él, que al fin y al cabo era el cantante. Esas cosas te marcan. Yo creo que hay fans de los Sunday a los que les molamos, conocemos a algunos, pero también hay muchos que se han sentido decepcionados con Mucho porque dicen que no tiene nada que ver, que es como muy guitarrero... Pues lo siento (risas), qué se le va a hacer. Estas cosas son así.
Dais bastante uso a internet con Mucho. Además de los ya casi imprescindibles Facebook y Twitter nos informastéis puntualmente de la grabación de vuestro primer disco desde un blog, cuando apenas sabíamos nada de vosotros. ¿Os gusta estar en contacto permanente con seguidores, medios y otros músicos?
Sí, a mí me flipa. Yo creo que es fundamental ahora lo de internet, y más nosotros que nos grabamos el disco nosotros mismos y eso. Es la clave, internet es todo ahora mismo. Puedes tener un apoyo de promoción, que te saquen en sitios, pero Twitter es la base. En Twitter y en Facebook es donde la gente se entera de los conciertos. Mola porque además son cosas muy transversales también, que igualan al músico con los seguidores, te pone al mismo nivel. Los músicos son gente normal que en lugar de ir a una oficina va a hacer canciones, ya está.
Todavía tenéis varias fechas. Si no me equivoco ahora vais a Cádiz, Segovia y Santiago y a finales de noviembre actuaréis en Madrid con Sidonie. ¿Cómo afrontáis esta parte de la gira?
Bien, de puta madre la verdad. Ahora vamos al Monkey Week, que es el South By Southwest español. Es de ese concepto y nos apetece mogollón ir ahí. Que no haya prueba de sonido, subirse y que sea un bolo de rock. Ahí es cuando se ven a los grupos de verdad. Tú vas ahí, a la plaza, tocan seis grupos y hay uno que suena bien y los demás suenan mal y no es porque unos tengan prueba de sonido y otros no sino porque están todos en las mismas condiciones. Al final ahí se ve al grupo que de verdad mola. Eso es un reto. Es como si eres el Granada y sales a jugar contra el Barça, vas y lo das todo. Lo de Segovia me han dicho que está muy guay y sobre todo lo de Sidonie, que va a ser de puta madre. Además, somos muy buenos amigos. A ellos les hace mucha ilusión que vayamos y a nosotros nos hace más ilusión todavía tocar con ellos. Esta guay, tocar en el Circo Price... además, yo creo que el público de Sidonie y el nuestro pueden tener algo de similitud. Es un grupo con el que tenemos mucha afinidad, de toda la vida. Con los Sunday ya tenían onda y ahora también.
¿Hay pasos establecidos después?
Sí, la idea es seguir tocando para conseguir llegar a los festivales del verano, y mientras tanto hacer canciones nuevas y grabar. Me imagino que sobre abril o así entraremos a grabar el siguiente disco. Para dentro de un año tiene que estar, seguro. Si no es que yo me aburro también. A mi me molan los grupos que sacan canciones. Estar dos años sin sacar disco me parece ridículo.
Marti Perarnau (Mucho) |
Ya por encima de Mucho, quería conocer tu opinión sobre el estado de salud del disco. En estos tiempos, ¿crees que sigue teniendo sentido como un fin en sí mismo o para algunos es simplemente una excusa para poder seguir tocando?
Cada uno tiene su visión. Veo que para muchos grupos es una excusa para seguir tocando. Yo soy un romántico y me tomo los discos como algo conceptual. Ya sé que luego lo pasas al iPod y seguramente solo escuchas dos temas del disco y el resto te los fumas, pero considero que si haces canciones, aunque no haya un formato físico -porque yo considero que el CD se va a ir a la mierda, y me parece guay- tiene que haber algún tipo de concepto o algún tipo de unión entre ellas. Últimamente escucho discos nuevos de gente que no entiendo. ¿Para qué has sacado este disco, para seguir tocando? Vale, entonces lo entiendo, pero dilo. No me vendas que esto es la bomba cuando en realidad es un disco muy flojo. Si haces un disco que sea porque has currado y has juntado diez canciones, y si no pues sacas un EP. Es verdad que lo del disco ya no es como antes, ya no tiene ese peso, esa importancia, pero sí yo no le doy esa importancia, entonces me dedico a otra cosa. Si para mí no tiene la importancia de tener que hacer doce canciones flipantes para dentro de un año, entonces... yo qué se, me meto a fontanero.
Es probable que vuestro álbum aparezca en las típicas listas de lo mejor del año. ¿Qué otros discos no dejarías de incluir?
Para mí este año ha sido acojonante. El nuevo de Wilco, el nuevo de Feist, el de My Morning Jacket, el de Bon Iver... El de Feist me parece el disco del año, mi número uno, me parece maravilloso. Es flipante lo que ha hecho esa tronca. En cuanto a nacionales no estoy muy puesto en lo que ha salido este año... Lo que te he dicho, esos son los discos del año, el que diga que no, no tiene ni puta idea (risas). Yo qué sé, a lo mejor hay otro disco flipante y no lo he escuchado, probablemente, pero para mí esos discos son discos originales, tienen cosas que no había escuchado hasta ahora. Hay que valorar un disco. El nuevo de los Fountains of Wayne no va a ser el disco del año porque para mí hacen lo mismo de toda la vida y es un aburrimiento. A mí con la música me gusta que haya espontaneidad, que haya curro y que veas que un artista evoluciona. Si no, yo me aburro. Estos discos que te he dicho son precisamente eso, una evolución de la hostia en la carrera de todos esos grupos, una diferencia abismal y que encima mola.
Texto de Bruno Corrales
Fotografía de Paloma de la Fuente
También publicado en La Huella Digital
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