Crisis mundial, ¡eterna crisis discográfica!, "hemos nacido tarde para el rock and roll", "todo está dicho ya", "cualquier tiempo pasado fue mejor"... Quejas habituales, algunas probablemente ciertas, podríamos pararnos de nuevo y analizarlas, y volvernos a casa, deprimidos y sin esperanzas ni soluciones concretas. O podemos mirar alrededor y ver lo que está pasando. Por suerte, José Ignacio Lapido, Ariel Rot o Santi Campos no se han metido a funcionarios. Julián Hernández sigue empeñado en amplificar su locura y Julio de la Rosa parece decidido a seguir experimentando. Gente como Iñigo Coppel lo apuesta todo por sus canciones, Hendrik Röver sigue, a su modo, en el camino, y Juan Abarca también. A Diego Vasallo y a Miren Iza les siguen interesando eso de hacer canciones y Jairo Zavala alarga y confirma un éxito más que merecido. Lo que esta lista de discos pretende demostrar es que lo importante es que sigamos rodeados de músicos de esta calidad. La clasificación es anecdótica. Al fin y al cabo, solo es otra opinión. Sin más rodeos, estos son los 25 discos del año para Rock Sumergido.
José Ignacio Lapido, más allá de la suerte o el éxito que haya podido alcanzar, quizá nunca correspondido con la calidad de sus composiciones ni con la pasión con la que le adoran sus fans, es un corredor de fondo. Un músico que no encuentra el éxito inmediato, seguramente porque no lo busca. Sus canciones te llegan un buen día y lo primero que hacen es pedirte un tiempo, un tiempo de reposo que dedican a planear cómo entrar en tu mente y no volver a irse. Las canciones de Lapido perduran, y solo saber que prepara un nuevo disco es motivo de celebración. En 2010 se ponía manos a la obra y nos entregaba De sombras y sueños, trece nuevas canciones lideradas por la impresionante El más allá, y con nuevas joyas como Sueños que dejamos ir o En medio de ningún lado. Aunque no dejan de ser una anécdota si nos atenemos al resultado global del disco, destacan las colaboraciones de Eva Amaral, Miguel Ríos y Quique González, sobre todo la de éste último, que aportan variedad y nuevo matices al disco. Unas colaboraciones que a su vez parecen guiños, sentidos homenajes de parte de compañeros de profesión. De sombras y sueños, otro disco para el recuerdo firmado por José Ignacio Lapido.
Hace años que Iñigo Coppel abandonaba su Getxo natal para, desde Madrid, echar un órdago con sus canciones como única garantía. En 2010 veíamos como salía al mercado su segundo disco en solitario, esta vez de la mano de Lucinda Records. Un disco de funesto título, pero de claras intenciones. Y es que Iñigo Coppel está más que vivo y parece dispuesto a dejar huella en el rock hecho en castellano. Solo hay que escuchar Madrid para cuerdos y bienhechores, el tema que abre este disco, para comprobarlo. Un alucinante y potente rock que deja sin habla. Y esto no es todo, pues Coppel tiene varias caras, se muestra reacio a encasillarse en un solo género. Poseedor de un humor personal y poco frecuente en estos lares, es imperdible su Blues hablado sobre el mayor fan de Bob Dylan del mundo. Por otro lado, ofrece canciones íntimas y profundas como Esto es lo que parece o temas con inconfundible sabor a blues, con Mi perdición como ejemplo más claro. Merece la pena.
2010 ha sido un gran año para Niños Mutantes. No solo lo cerraban sobre el escenario del Teatro Alhambra, en su ciudad, Granada, en un concierto especial en el que celebraban junto a amigos y compañeros su 15º aniversario al pie del cañón, sino que, meses antes, lanzaban al mercado un disco como Las noches de insomnio. Un álbum certero, que convence desde un primer momento. La madurez ya llegó a la banda hace tiempo, pero eso no significa que hayan perdido un ápice de intensidad. En Las noches de insomnio la encontramos desatada en temas como La Voz, o contenida en canciones como Quién es mejor, pero siempre presente. Grandes canciones de parte de una de las bandas más honestas del llamado mundo indie. Niños Mutantes es ya una banda de largo recorrido, y discos como éste hacen presagiar que lo mejor está aún por llegar.
Señor Mostaza nos sorprendían a finales de año con un nuevo disco, el tercero de su trayectoria, que llegaba bien entrado el mes de diciembre. Quizá la banda odie este tipo de listas y su objetivo era evitarlas. Si es así, lo sentimos. Señor Mostaza ofrece en Podemos sonreír otra genial colección de canciones en las que se observa cierta evolución, un paso adelante tanto en letras, con un resultado menos sarcástico y más melancólico, como musicalmente, recordando con temas como Historia de lo nuestro a los Beatles más experimentales, los de Abbey Road. Pero no podemos hablar de este grupo sin referirnos directamente a la personalidad de Luis Prado, pianista, cantante y compositor de Señor Mostaza. Un oasis de elocuencia e ironía en el pop español, además de un virtuoso pianista. (Sería un delito perderse el décimo tema, Eurovisión 70's/Podemos sonreír).
Resulta obvio y redundante decir en una lista de discos del año, que este es uno de los discos del año, pero también es necesario si mientras escribes unas líneas sobre él, lo vuelves a poner para inspirarte. Y es que empezar a escuchar Muñecas rusas es toda una experiencia, no es un disco apto para ser escuchado a la ligera. El primer tema, Cleopatra, reina de África, ya te pone el corazón en un puño. Entendemos entonces que no va a existir tregua, aunque sí cierto respiro emocional en canciones como Cabos sueltos o Un poco más feliz, que, con matices, invitaban más al optimismo. Sea como sea, es necesario destacar la labor de Santi Campos como letrista y el trabajo del grupo al completo en la parte musical, que ha logrado un disco en el que no sobra nada. Muy recomendables en directo, pues ofrecen incluso más de lo esperado.
Julián Hernández, Óscar Avendaño, Jorge Beltrán, Javier Soto y Ángel González, es decir, Siniestro Total, viajaron en febrero de 2010 a Houston con el objetivo de grabar, nuevamente junto a Joe Hardy, un disco de Country y Western, pero resulta que terminaron grabando un nuevo disco de Siniestro Total. Y no, no hay nada de malo. Es evidente que la banda ha vivido muchas y diferentes épocas, desde el punk gamberro de sus comienzos a la consolidación de la formación actual, con Julián Hernández como cabeza visible y con Javier Soto y Óscar Avendaño aportando notablemente en labores de composición. Siniestro Total son ahora grandes músicos, y todavía tienen mucho que decir. Para comprobarlo, solo hay que hacerse con Country & Western y probar con temas como La paz mundial, Sé o Como el aceite y el yang.
Otro gran talento de nuestra música es, sin duda, Julio de la Rosa, el anteriormente cantante y guitarrista de El Hombre Burbuja, compositor de bandas sonoras o parte del proyecto Fantasma #3 junto a Sergio Vinadé o Pau Roca, presentaba en 2010 su cuarto disco en solitario. La herida universal es un tratado sobre el amor. En realidad, sobre muchos tipos diferentes de amor, el que se acaba, el irracional, el descontrolado, el múltiple. Un gran disco de un artista inquieto e innovador.
Uno de los músicos más honestos e independientes de nuestro país. Paralela y coordinada a la trayectoria de Los Deltonos, Hendrik Röver inició un 2008 una carrera en solitario donde descargar su vena más folk. Este año nos traía la segunda entrega, grabada en sus propios estudios, Guitar Town. Doce nuevos temas que son en realidad doce nuevas historias, pues Hendrik Röver demuestra con este disco que se ha terminado convirtiendo en un gran escritor de canciones. Retratos de personajes solitarios, enmarcados en paisajes y ambientes que son un reivindicación del mundo rural, alejados del tumulto diario, tan impersonal. Hendrik Röver añadía un segundo CD a este No temáis por mí, compuesto por seis temas grabados junto a la West Bluegrass Band. Impresionante en sus presentaciones en directo, no os lo perdáis si visita vuestra ciudad.
Los Chicos juegan en otra liga. O en varias. Las del garage y el rock and roll las ganan todos los años, sobre los escenarios. Este año incluso han jugado en la de las bandas que no conocen fronteras, girando nuevamente por Reino Unido o recorriendo Australia. En su caso, el in glés está más que justificado. En 2010 nos entregaban un nuevo disco, We sound amazing but we look like shit, en el que encontramos lo de siempre, frenético rock and roll en geniales temas como Headphones o la canción que da nombre al disco, pero también sorpresas como el country de I bet I win.
Tras el éxito de Hostal Pimodán les llegó el reconocimiento global con Cronolánea. Pero el mundo indie es tan apasionado como cruel e irracional, y los pasos adelante son analizados con lupa. Lori Meyers reaparecía en 2010 con Cuando el destino nos alcance, un álbum controvertido, maltratado en algunos sectores. El uso de sintetizadores y escarceos con la electrónica escandalizaron y se pensaba que la banda apuntaba a terrenos comerciales, tan demonizados. Y cuando las cosas se lían hasta tal punto, lo mejor que puede hacerse es simplificar, para así poder disfrutar de intensas canciones como Castillo de naipes, píldoras pop como Corazón elocuente y hits como Mi Realidad. ¿Por qué no?
Tras las celebraciones por el 30º aniversario de su carrera como músico y la curiosa experiencia del regreso de Tequila, este gigante del rock español retomaba en 2010 su trayectoria en solitario. Los adelantos eran contradictorios. De la rabia y frescura de Una vida equivocada al acercamiento a la cumbia con Papi dame la mano, su primer single. Finalmente, estos prejuicios fueron lo de menos. El sonido de Ariel Rot hace tiempo que está establecido y con Solo Rot volvía a ser evidente. Quizá no superior su anterior disco, el excelente Ahora piden tu cabeza, pero con grandes canciones como No me dejes caer o la tan canalla como autoparódica Manos expertas.
A Los Punsetes les vendría perfecta la calificación que aquel juez hacía una vez de Los Deltonos, aquello de “Grupo intelectualmente violento”. La banda madrileña lanzaba en 2010 su segundo disco de larga duración, ahorrando esfuerzos en su propio título pero barriend o con su contenido. Con una actitud irreverente, ganándose tantos fans incondicionales como detractores, Los Punsetes dan donde duele, dicen lo que nadie ha dicho todavía. Sean verdades o provocaciones, su valor ya está más que justificado. LP2 es un disco genial de principio a fin.
Una de las revelaciones del año llega desde Sevilla. Mañana es desde un principio el proyecto personal de Cristóbal Colom, gaditano residente en la capital hispalense que forma la banda en 2007 y que, tras varias demos y maquetas, se estrena en en febrero de 2010 con A ver quién llega antes al fin. Un álbum sorprendemente bueno, sobre todo si consideramos que se trata de un disco de debut. Diez canciones de pop con evidentes aires folk, todo ello en castellano y con la colaboración de Miren Iza, de Tulsa.
No es sencillo enfrentarse a las canciones de Diego Vasallo. Su voz cascada, lo oscuro de sus letras, unos acompañamientos entre melancólicos y siniestros... No es una propuesta fácil ni accesible. Y dicho todo esto, conseguir disfrutar con ellas es toda una experiencia, dificilmente igualable en el pop y en el rock español. Artista multidisciplinar, Diego Vasallo nos traía en este 2010 su ya séptimo disco en solitario. Canciones en ruinas, que parecen llegadas de otro mundo.
Y cinco años después, la Mamá Ladilla resucitó, discográficamente hablando. Con el final del verano nos llegaba el séptimo disco de estudio de la banda de Juan Abarca, el primero sin Llors Merino, mítico bajistay co-fundador del grupo. Como curiosidad, era también la primera vez que el nombre del disco coincidía con uno de los temas del disco, el cual precisamente servía como adelanto semanas antes de la salida del álbum. Y volvemos a lo de siempre: ¿rock progresivo? ¿punk? ¿qué es todo esto? Posiblemente todo y nada, Mamá Ladilla encontraron su sonido hace mucho tiempo y disco a disco siguen sorprendiendo y experimentando, tanto musicalmente como a nivel de letras.
Esta vez no había lugar para las sorpresas. Ya todo el mundo conocía lo que era capaz de hacer Jairo Zavala en su aventura en solitario, tras su primer y homónimo álbum que tantos elogios despertó. Y lejos de acomodarse o decepcionar, el madrileño parece haber dado un paso adelante con este Nubes de papel, elaborado durante sus largas giras mundiales junto a Calexico o al frente de Depedro. Muy poco le ha costado conseguir un sonido propio, de música fronteriza, siempre entre dos tierras. Más que pop o rock, simplemente canciones, musicalmente llenas de matices, imaginativas y a veces casi oníricas, que parecen dibujar paisajes. Y su voz, cada día mejor, impresionante en directo.
Quizá la banda de blues española más internacional. Los pareja gallega formada por Marcos Coll y Adrián Costa publicaban en 2010 su quinto disco, It's fiesta time. Grabado en Berlín, donde residen, It's fiesta time destaca por contener mayoría de temas propios, en un género tan proclive a mirar atrás. Quince nuevos temas en los que predomina el inglés, aunque también hay lugar para el castellano, o para una mezcla de ambos. La banda para la grabación de este álbum se completaba con el pianista Cristian Rannemberg, el batería mozambiqueño Carlos Delalane y el omnipresente bajista Javier Vacas, que incluso aportó dos canciones, Chiquita y Belleza de barrio. Como curiosidad, en este último tema podemos escuchar al Lichis acompañando a las voces, redondeando así su vuelta al blues.
Toda una sorpresa la de Sávats, banda formada en Girona en 2008 alredor de la figura de Xebi Salvatella, que en directo se presenta junto a otros seis músicos, en el mejor de los casos. Durante este 2010 editaban El hombre blandengue, su segundo trabajo, producido por Paco Loco y con un título supuestamente basado en aquellas famosas declaraciones televisivas de El Fary. Interesantes canciones, una voz más que personal y un cuidado acompañamiento con gran presencia de los coros de Olga Bernardo. Merece la pena prestarles atención.
Sin apenas lugar para el descanso, a mediados del mes de enero, tras una larga gira americana presentando Hellville Deluxe, Enrique Bunbury reaparecía para ofrecernos un adelanto de lo que sería su sexto álbum de estudio en solitario, Las Consecuencias. El single era una versión intimista de Frente a frente, canción popularizada por Jeanette y en la que contó con la acertada colaboración de Miren Iza, líder de Tulsa. Un adelanto con gancho pero nada representativo de lo que realmente encontraríamos en su nuevo disco. Las consecuencias es un álbum arriesgado, reposado, profundo y personal, con perlas escondidas como De todo el mundo. Probablemente no será su disco más recordado, pero no por ello deberíamos ignorar una nueva entrega del impredecible músico aragonés, siempre interesante.
Pocas veces una banda eligió tan bien su nombre. El caso es que con la llegada de la estación más ociosa y calurosa llegaba la segunda entrega de la banda de Almería, con cambio de discográfica incluido, pasando de Flor y Nata a Clifford Records. "16 nuevos éxitos del punkpop", esto es lo que prometen desde la portada. Y lo que hay no se encuentra muy lejano. Punk fresco y desenfadado, chicas, playa, amores perdidos e incluso rocambolescas pero acertadas versiones tales como el Despeinada de Palito Ortega. Románticos de la cultura popular, de la música ye-yé y de la estética surf, en Vuelven Los Summers no hay complicaciones, solo diversión y buen punk y pop en la onda de grupos como Airbag.
Año agridulce para M-Clan, que sufría la inesperada pérdida de su ex bajista Pascual Saura, pero también un año agradecido desde el punto de vista musical. El cambio de intenciones prometido con su anterior álbum, Memorias de un espantapájaros, parece funcionar realmente ahora. La banda murciana se redujo a mínimos para la grabación de Para no ver el final, quedando todo en manos de Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez, y se puede decir que ésta vez sí fue una buena decisión, pues juntos han conseguido refrescar la carrera de una banda en la que muchos habían perdido la esperanza. Partiendo de una estética soul, y contando con el apoyo de una importante sección de vientos, M-Clan ofrece diez temas de sabor añejo, en los que la impresionante voz de Tarque parece mucho mejor aprovechada.
Javier de Torres es un artista diferente, pero sobre todo valiente y arriesgado, algo que ha demostrado sobradamente durante de este 2010. A finales del pasado mes de enero publicaba Las grandes ambiciones, un cuidado disco que, junto a la habitual colaboración en lo musical de Jesús Redondo (Los Secretos), fue grabado en Sofía junto a la Bulgarian Symphony Orchestra. Un disco largo, elegante, de cuidadas letras y melodías. Un lujo.
Tulsa o, simplificando, Miren Iza, es un enorme valor de nuestra música. Una de esas figuras insustituibles. Por su voz, atractiva, dolorosa, con innumerables matices, pero también por sus letras, por las historias que nos cuenta. La mayoría tristes, si, pero a veces la tristeza también es importante. Espera la pálida es el segundo álbum de Tulsa, tras su difícilmente superable debut de 2007, Solo me has rozado. En Espera la pálida encontramos menos colores, menos alegría, convirtiéndose en todo un reto llegar con fuerzas hasta el final. De todas formas, no deja de ser una buena noticia cualquier movimiento de esta banda en el mercado.
Havalina es otra de esas bandas que no te reciben con los brazos abiertos, de las que no te lo ponen fácil. Prolíficos, pues últimamente van a disco por año, el grupo presentaba a finales de 2010 su tercer álbum en castellano, Las hojas secas, un trabajo duro, de atmósferas oscuras, en algunos momentos incluso agobiantes. Havalina es una banda de matices y contrastes, un muro de guitarras en temas como Desierto o Mamut, musicalmente deudor de bandas como Kyuss, y un remanso de paz en otros como Ley de gravedad. Experimentales y a veces cercanos al trance, Havalina son una interesante rareza en el pop rock alternativo de nuestro país.
A comienzos del año 2010, F.A.N.T.A. presentaban su cuarto disco de estudio, Está escrito en tu mano. La de Santa Coloma de Gramanet es una de esas bandas en las que la evolución es más que notable y evidente, llegando a un gran nivel con su tercer disco (El chico con rayos X en los ojos, 2007) y que han logrado mantenerse en forma para esta nueva entrega. El legado de bandas como los Ramones es enorme, y Está escrito en tu mano es fiel a ello. 18 temas y poco más de media hora de música en total. Canciones cortas, melodías pop, ni un momento de tregua. Puede parecer fácil, pero no lo es.
6 comentarios :
Pero... cómo molas muchacho!
Aunque....a mi el disco de Ariel me parece bastante bueno, el de Depedro me parece que está por encima. Manías que tiene una...!!
He escuchado 7 de los 25 que pones. Pero me apunto las recomendaciones.
Mi podio seria Bunbury - M Clan - Depedro. Aunque desde luego Lapido merece estar ahi, pero es un disco que degustaremos más este año.
Salud!
Buenísisisimo el de Niños Mutantes. Enganchao estoy.
Buena lista.
Buena lista de discos. Me gusta. Algunos no los conocía, y otros como el caso de Javier de Torres, no sabía que habían editado disco.
Escucharé los que están en tu lista y no estaban en mi cabeza.
Gracias por la lista.
Muchas gracias a todos, por pasaros y dedicarle un rato. Anima a seguir!
Yo pondria más arriba a Tulsa, pero en general son todos discazos y no puedo reprochar nada.Gran lista, si señor.
abraZow
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