Burning en Penélope (12.11.10)
Burning ofrecía su último concierto del año en Madrid y lo hacía en la sala Penélope, discoteca que en los últimos tiempos se ha sumado a las posibilidades de mediano aforo en la capital y que recuerda por su capacidad y disposición a la añorada Divino Aqualung. Pasadas las nueve de la noche, la banda salía al escenario y ocupaba sus puestos. Actualmente, Burning lo componen Eduardo Pinilla a la guitarra, el uruguayo Kacho Casal a la batería, Carlos Guardado al bajo, ocasionalmente Miguel Slingluff al saxo y una reciente incorporación, Pitu, anteriormente en grupos como Garaje Jack, Pereza o Individuos, como segundo guitarrista. Acto seguido entraba Johnny, completamente de negro y con gafas de sol, que no tardó en presidir el escenario tras su piano. Comenzaron a sonar las notas de Tú, ruina total, uno de los temas del último álbum de estudio de la banda, que se remonta ya al año 2002.
A partir de ahí se fueron enlazando irremediablemente clásico tras clásico. Le seguía la intensa Rock'n'Roll Mama, de su celebrado primer disco largo, Madrid (Cuando Dios hizo la noche / sabía bien lo que se hacía / estaba escuchando un rock and rol). La actitud intacta, sobre todo si le sigue Jim Dinamita, ¿quizá el tema más chulo y descarado del rock español? Cogía el relevo a continuación Desde el pantano, un rock and roll de lo más logrado, también de su último álbum. Y ya con el ambiente en su punto sonarían temas inapelables como Baila mientras puedas, Jack Gasolina, Es decisión o Como un huracán. En el público ganaban por mayoría los adultos, gente que ha envejecido junto a la banda, con sus canciones. Y no es de extrañar que incluso dos mujeres, desatadas, hicieran lo posible por llegar a la primera fila y gritar a Johnny. El cariño por él es sin duda tremendo.
A continuación pudimos incluso escuchar un tema aún no editado en ninguno de sus discos, una canción titulada Willie Dixon en homenaje a un bar de Rosario que conocerían en la gira argentina del año 2007 junto a Mancha de Rolando. No faltarían cariñosos saludos a Pepe Risi por parte de Johnny, que la agradecía haber creado canciones así. La recta final del concierto se afrontaba con temas como Muévete en la oscuridad, Esto es un atraco, Es especial o la alucinante Ginebra seca. Y tras el legendario rock Mueve tus caderas la banda abandonaba el escenario, para luego volver y ofrecer un apabullante bis, que comenzaba con la inevitable y muy solicitada Qué hace una chica como tú en un sitio como este, y ponía su punto y final con No es extraño que tú estés loca por mi, Nena y la siempre emocionante Una noche sin ti.
En muchas ocasiones, no solemos valorar lo que tenemos hasta que lo perdemos. Cuesta imaginar qué hubiera pasado si Johnny y Pepe Risi hubieran tirado la toalla a finales de los años ochenta, o si tras la muerte del propio Risi la banda se hubiera derrumbado definitivamente. Lo más probable es que hubieran dejado un vacío insustituible. Afortunadamente, esta historia no ha terminado, y es muy de agradecer que Johnny siga al frente junto a una banda más que consolidada e incluso en este momento rejuvenecida, con dignidad, actitud y pasión inagotable por el rock and roll.
Texto de Bruno Corrales
Fotografía de Raquel G. Ibañez
0 comentarios :
Publicar un comentario