Solo Rot (Warner, 2010)
Ariel Rot
Ariel Rot no sólo parece eternamente joven, tanto que aún resulta ser objeto de deseo para mujeres a las que de sobra dobla la edad, el argentino es joven en todos los sentidos. Para comprenderlo sólo hay que poner su nuevo disco y alucinar con el primer corte, Una vida equivocada, un rock que le retrata como un músico en forma que a pesar de su elegante madurez no ha perdido la actitud salvaje de antaño. Destaca por otro lado su letra, una crítica a las actitudes de algunos artistas, aunque sin dirigirse claramente a nadie. En este sentido recuerda al tema que abría su anterior disco, Ahora piden tu cabeza. Lo cierto es que su carrera, siempre coherente, y una actitud fiel a sus principios le dan todo el derecho a descubrir de vez en cuando algunas de las mentiras del rock.
Tras él, viene quizá el momento más discutible, o sorprendente, del disco. Papi dame la mano, un tema con ritmo de cumbia inspirado en el libro de Leopoldo María Panero y elegido como primer single del álbum. Esta elección quizá haya confundido a sus seguidores, y sobre todo a quién hace tiempo le perdió de vista. Y es que, si un single, además de ser la canción más accesible de un disco, es también la que lo representa o introduce en cierta forma, Papi dame la mano no hace justicia a Solo Rot. De todos modos, no sería de recibo despreciar una canción que bebe de ese rock latino tan recurrente en la carrera de Rot, del que el ya clásico Dos de corazones es mejor ejemplo.
Merece ahora la pena hacer un pequeño parón para presentar la nómina de músicos que han participado en la grabación de Solo Rot. Y eso a pesar de la polivalencia del propio Ariel, que se ha encargado no sólo de la voz y la guitarra eléctrica sino en ocasiones del bajo, el slide guitar, teclados, órgano hammond y algunos coros. De entre el plantel brilla la presencia de Pete Thomas, batería de los Attractions con el que ya contó en la grabación de Hablando Solo. Para el bajo se ha servido tanto de Candy Caramelo como de Mac Hernández y, entre otros, también han colaborado en diversas tareas los habituales Tito Dávila, Osvi Grecco o Mauro Mietta e invitados como Txetxu Altube de Los Madison, Luis Prado de Señor Mostaza o Rubén y Leiva de Pereza.
Temas como Dulce mirada o Problemas son de esos que llevan inevitablemente el sello Rot, aquellos que no podrías escuchar en ningún otro lado y que sin embargo a él parecen salirle solos, casi mecánicamente. Sobre todo el primero de ellos recuerda a la onda de Lo siento, Frank. Avanzamos hasta No me dejes caer, que parece querer ocupar el puesto de tapado, erigiéndose como una de las mejores composiciones del disco a base de varias escuchas. La canción, un nuevo grito de auxilio, es redonda. Una pequeña sorpresa es Dandy, la canción sin duda más sosegada del disco. Unas formas ya presentes en otros temas de su repertorio como Tacones cubanos o Vestido antiguo. Aunque, todo hay que decirlo, la temática snob remite inevitablemente a su compañero Andy Chango, más que nunca tras convertirse por unos meses en Boris Vian. Y si Una vida equivocada era un destello de rock rabioso y juvenil, canciones como Nena me enseñaste a amar son una muestra de ese rock adulto y elegante tan propio del argentino. Un tema sobrio y perfectamente ejecutado. Qué decir de los riffs, que injustamente dejan de soprender por habituales, pero que no pierden un ápice de genialidad.
Y rebasado el ecuador del disco llega la colaboración más destacable, a cargo de Pereza. Las colaboraciones del dúo de la Alameda de Osuna con los veteranos del rock en castellano merecen mención aparte. De ellas se han servido últimamente figuras como Joaquín Sabina, Burning, Jaime Urrutia, Andrés Calamaro o el propio Ariel Rot. Parece claro que Rubén y Leiva aportan su reciente fama y la posibilidad de compartir público pero en lo estrictamente musical añaden esa frescura tan importante para el rock, tanto que muchas de las viejas glorias que acceden a cantar con ellos parecen rejuvenecer instantáneamente en su presencia. En este Solo rot participan activamente en el tema Manos expertas, aportando no sólo coros, sino guitarra eléctrica (Rubén), batería y armónica (Leiva). Manos expertas es un magnífico blues en el que el argentino tira de buen humor para hablar de los primeros achaques de la edad. De lo más recomendable y divertido del disco.
De la segunda parte del álbum destaca el tema Pólvora mojada, con unos coros totalmente Rodríguez a cargo de los habituales Tito Dávila y Osvi Grecco y del líder de Los Madison, Txetxu Altube. Llegamos al final, y damos con Cuando no esperaba, la balada por antonomasia del disco, que da paso a algo también típico y muy de agradecer en los discos de Ariel Rot, las colaboraciones de Sergio Makaroff, que en este caso aporta su grano de arena con la letra de Salto al vacío, que cierra el disco.
Solo Rot es un disco enérgico, de notable, al que quizás le falte ese medio tiempo emocionante al que nos tiene (mal)acostumbrados, ya sea algo como Geishas en Madrid, El mundo de ayer o Los tipos duros no bailan. Pero lo mejor de Ariel Rot es la satisfacción de pensar que, por muchos años de carrera y éxitos acumulados, podemos seguir contando con nuevo material de asegurada calidad cada cierto tiempo, y esto es más de lo que le podríamos atrevernos a pedir a estas alturas del camino.
Texto de Bruno Corrales
4 comentarios :
Muy buena critica, y muy buen disco de Ariel, aunque lejos de sus dos primeros discos en solitario, pero definitivamente tras varias escuchas me ha terminado de calar, supera a su antecesor "Ahora piden tu cabeza"
Tiene un buen puñado de canciones que son muy defendibles para su directo.
Salud!
Vaya, precisamente creo que mi preferido es Ahora piden tu cabeza. Y puede ser que sus mejores canciones sean las de sus primeros discos, pero me gusta mucho el tono que ha ido adquiriendo con el tiempo.
Gracias por pasarte oramalaC!
Sin duda es el disco en el que mejor canta, sabe más que bien llevar los años este grande. Para mi uno de los mejores discos de Ariel. Buena crítica!
Muy buena lectura del disco. Son ya varias semanas escuchando y re-escuchando el disco y aquí me encuentro escritos pensamientos sobre el disco que tenía en mi cabeza.
Enhorabuena por el texto. Me ha gustado mucho.
pd: Elegir el mejor disco de Ariel es complicado, el "Ahora piden tu cabeza" es muy bueno si, pero el "Lo siento Frank" siempre me gustó. Y claro guardo buen recuerdo del "Hablando Solo" que me hizo empezar a ser seguidor de Ariel.
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