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"GT", de Los Deltonos

GT (Guitar Town, 2005)
Los Deltonos


Hendrik Röver, miembro fundador y voz cantante de Los Deltonos, nunca ha sido un tipo conformista. Amante del rock en todas sus vertientes, se ha especializado en dar una vuelta de tuerca más junto a su grupo en cada nuevo disco. A principios de los 90, Los Deltonos lograron como power trío ser una referencia del rhythm & blues de raíz, con conciertos inolvidables y dos primeros discos para enmarcar. Más adelante vinieron varios problemas judiciales que a estas alturas no han hecho más que engrandecer la trayectoria del grupo, haciéndoles más fuertes. Ya en su tercer disco comenzaron con la experimentación de sonidos más duros, coqueteos con el funk y el hard rock que continuaron años después en su segundo regreso con Sólido (Dro, 2003), de considerable éxito al incluir la versión del Sweet Lousiana Sound, de Billy Pilgrim, adaptada al castellano y rebautizada como Horizonte Eléctrico.

Y llegamos al 2005. El grupo cántabro, que para entonces sobrepasa ya los 15 años de vida, presenta GT. El título hace referencia al estudio de grabación de reciente creación a cargo del propio Hendrik Röver, Guitar Town, del que GT es su primera referencia discográfica. Al acercarnos a este disco, lo primero que advertimos es el regusto country que desprende cada nota. Country en el fondo pero no la forma, pues existen otros muchos matices dados por la experiencia y Los Deltonos siempre fueron un grupo de rock ante todo.

Un tema recurrente había venido siendo la simpleza de las letras en los temas antiguos del grupo, flojas en comparación con la base musical. Si en su primera etapa no suponía un problema, pues el estilo de entonces no exigía valor literario alguno, en su evolución hacia sonidos más reposados empezaba a ser un inconveniente. Hasta GT, para el que Hendrik Röver escribe los mejores textos hasta entonces, que equilibran la balanza y elevan el nivel de las canciones notablemente.

Elvis y Gasolina destacan por ser los temas más potentes, aquellas canciones propensas a ser futuros himnos de un grupo desde la primera escucha. Curiosamente, ninguno de los dos temas fueron los elegidos como single para presentar el disco. Lo fue la canción que abre el disco, Circunvalación, un tema tan triste como redondo, de pueblos olvidados donde la vida pasa lentamente. Por su parte, Brindemos, canción de homenaje a los amigos ausentes, brilla gracias a la voz de Miguel Bañón, líder de Los Marañones, única colaboración en el disco. Cinco y Lacanción son las tapadas, las canciones que no destacan en un primer momento pero te esperan hasta que caes en ellas. De algún modo las dos hablan de no dejar nunca de intentarlo, siendo incansable ante los errores.

Con algunas excepciones, los temas tienen un marcado carácter melancólico e inconformista, de personajes hartos, dispuestos a dar un paso adelante y cambiar su vida. Es un álbum coherente que crea un paisaje general que posiblemente sólo podrán entender del todo las personas de algún pequeño pueblo de Cantabria, de donde proviene el grupo. Los demás sólo tenemos que imaginar. Es un disco perfecto para conducir por carreteras secundarias, justo cuando empieza a atardecer. El rock es así de exigente a veces.

Texto de Bruno Corrales

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