Malevaje en Teatro de La Jaramilla (19.12.08)
El repertorio estuvo plagado de las canciones del último disco del grupo. La clásica Niebla del riachuelo, el tema compuesto por encargo para el abortado documental sobre Alfredo Di Stéfano, Gracias viejo, o el tributo al mítico bar Balmoral, Balmo bar. También hubo lugar para el recuerdo. Bartrina introdujo con cariño y respeto Pibe Osvaldo, canción compuesta en homenaje al recientemente fallecido Osvaldo Larrea, quien le puso en “la senda” cuando, según sus palabras, era joven y no sabía nada del tango. Entre canciones, Bartrina recordaba que a la salida tendrían a la venta el nuevo disco, No me quieras tanto (quiéreme mejor). Lo decía, entre bromas, como el que no puede evitar seguir teniendo ilusión por lo suyo, pero también con cierto aire de resignación, conociendo perfectamente como está el mundo de la venta de discos.
Tras grandes momentos con Garufa o Si soy así, el concierto llegaba a su fin. Y terminó con un bis confuso, pues mucha gente ya daba por terminada la función... Entonces, sin llegar a abandonar el escenario, y a petición de una espontánea que prometió comprarse un CD (¿o no?), Bartrina, acompañado del bandoneón de Ariel Hernández, cantó La última curda. Y remataron repitiendo el single de su último trabajo, No me quieras tanto. Son las nueve menos cuarto de la noche y esto ya es un viernes bien aprovechado.
Texto de Bruno Corrales
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